El descanso de una persona durante
la noche es de vital importancia. Pensemos que más o menos dormimos
unas ocho horas diarias, es decir que una persona de 75 años
habrá pasado entre 20 y 25 años de su vida durmiendo, por
eso es importante tener un sueño de calidad, ya que si no es así
pronto aparecerán alteraciones psíquicas y físicas.
Está claro que el colchón es la
base fundamental de la calidad de nuestro descanso, pero hay una
serie de factores externos, como el entorno donde descansamos, que
influyen notablemente en nuestro descanso. Por ejemplo está
demostrado que descansamos mejor si el dormitorio está ordenado, si
ventilamos con frecuencia, etc. Estas son cosas que pueden parecer de
sentido común pero hay otras menos tangibles que también influyen
enormemente en nuestro descanso. Por ejemplo, los colores.
Los diferentes colores influyen
de una manera indirecta sobre nuestro estado de ánimo y sobre la
calidad de nuestro sueño. Entonces, ¿cuál es el color
“mágico” para nuestro dormitorio? Lo creas o no, las personas
cuyas habitaciones están pintadas de azul tienden a dormir más
que los que las tienen pintadas en otros colores.
La razón tiene mucho que ver con
nuestros ojos. Pues son los órganos que se encargan de enviar la
información al cerebro para controlar los ritmos circadianos, y son
más sensibles al color azul. Este color se asocia con sentimientos
de calma que, una vez recogido por las células ganglionares y
retransmitidas al cerebro, ayuda a reducir la presión arterial y
el ritmo cardíaco, todo lo cual ayudará a recibir una buena
noche de sueño.
Si el color azul no es de tu
estilo, por lo menos trata de mantener el color de la pared de un
tono blanco, gris, plata o neutro, ya que también se ha demostrado
que estos colores fríos ayudan a disminuir la presión arterial y la
frecuencia cardíaca. Los colores cálidos, como el amarillo pálido,
también pueden funcionar bien, ya que ayudan a crear un ambiente
acogedor.
Nunca
utilices colores agresivos y saturados como los naranjas
chillones, rojos, etc. ya que su efecto es contrario, aumentan la
frecuencia cardíaca y la presión arterial. Estos colores están
asociados a emociones fuertes como la pasión y la agresividad, por
tanto no son buenos aliados del descanso.
Si estáis pensando en pintar
vuestro dormitorio, esperamos que estos consejos os ayuden en vuestra
elección del color. ¡Suerte!